mi amor vampirico

mi amor vampirico
Sueños prohibidos, Amores encontrados, Vida Eterna, Guerra entre dos mundo tan distintos pero tan unidos en un Sola persona.

martes, 9 de agosto de 2011

Sueño 9: Traición.

Una mujer me visita en los sueños cada noche, no importa lo que sueñe, no importa donde este, esta mujer aparece y me tiende la mano, como si quisiera que me fuera con ella pero cuando intento alcanzarla simplemente desaparece, dejándome sola; fue aquel día que salí con Caleb que soñé con ella por primera vez, ella no me veía y tenía una bebe a su lado que parecía verme, recuerdo que alguien la llamo Kate; he soñado tanto con ella que ya puedo dibujarla perfectamente sin cometer errores, y  la mitad de mi portafolio son imágenes de ellas, nadie sabe que esto me está pasando, incluso Caleb. 
El pasillo está más ruidoso a lo que estoy acostumbrada en la mañana, me que dormida por lo que me retrase para venir a la escuela, no me quedo más remedio que recoger mi cabello y ponerme lo primero que encontré lo cual fue un vestido, pero ahora que salí afuera me di cuenta de que fue una mala idea, el frío aumento en la noche y me estoy congelando me aferro a mi chaqueta. 

–Hola –Escucho a Amy detrás de mí. 

– ¡Hola! –Saludo 

 –Bonito vestido pero ¿no hace demasiado frío para usar una tela tan ligera? –Me rió.

–Fue un error, gracias por notarlo, por lo menos fue una buena idea traer las botas, me quede dormida otra vez, gracias dios no tuve que caminar solo camine desde la calle hasta aquí y ya siento como si hubiese caminado el polo norte. –Ella se ríe, mientras froto mis manos. 

– ¿Dónde esta Caleb? –Mira alrededor –Pensé que serian inseparables después de que aclararan las cosas. 

–Amy, que seamos pareja no signifique que seamos como gemelos siameses. – Entorno los ojos. 

–Está bien, lo entiendo.

–Lo siento, no estoy durmiendo muy bien y creo que está afectando mi humor.

–Bueno creo que no es buena idea si te pregunto si has visto a Stacy 

–No, me ha estado evitando desde el baile, bueno, para evitarme yo tendría que estar buscándola lo cual no he hecho.

–No entiendo como un chico puede acabar con una amistad así como así. –Mira hacia abajo – ¿Eso nunca nos pasara a nosotras cierto?

–Amy, no fue Caleb quien nos separo, si nuestra amistad hubiese sido tan fuerte no hubiese pasado, y Amy tu eres casi una hermana para mi... –Ella me abraza, dejándome sorprendida.

–Tú también lo eres para mí, ya estoy segura que eso no nos pasara. 

–Aunque…Debería hablar con ella, quizá fue mi culpa después de todo. –muerdo mi labio. Me acerco hacia mi taquilla.

–No, no lo fue– Dice deteniéndose – seamos sinceras, Stacy desde que te conoce quiere todo lo que tú tienes o quieres, por ejemplo, Quería ser novia de Jesse pero él se fijo en ti, lo sabes, como paso con Caleb. Quiso ser capitana del equipo de Animadoras solo porque tu tenias ese puesto, cuando dejaste el equipo ella no dudo en pedirlo,  hizo su fiesta de  cumpleaños en forma de pijamada, solo porque la tuya fue una pijamada, veamos... Quería el Solo en la Clase de música, Justo después de tu lo pidieras.

–Pero... ¿Quien no quiere ser capitana? ¿Quien no quiere ser solista? ¡Vamos Amy! se Compresible.

–Stacy odiaba el deporte, casualmente el único que quiere hacer es el que más haces, no pudo entrar en las clases de gimnasia y ballet porque es algo por lo que tú te preparaste por año, algo que ella nunca pudo hacer –Evito su mirada, en el fondo se que tiene razón pero me niego a pensar que solo fue mi amiga por eso. –No seas ingenua, Te envidia, porque eres todo lo que ella quería ser, eres linda, inteligente, atlética y sabes cantar, Además ni hablar de los chicos lindos que te persiguen, hasta yo estoy celosa –dice sarcásticamente. Suelto una carcajada.

–Eres la mejor motivadora que haya conocido –Rodeo sus hombros con mis brazos.

–Hablando de chicos lindo –Levanta una ceja y me señala hacia mi taquilla el mirar me doy cuenta de que Caleb está mirándonos mientras tiene los brazos cruzados y se apoya de mi taquilla, esta sonriéndonos, me detengo donde estoy como si no pudiera mirar nada mas, logro sonreír sin esfuerzo. –Bien…creo que aquí sobro, así que me voy. 

–Amy…–intento disculparme por distraerme. 

–Tranquila, a ti te tocara soportarme cuando este enamorada, así que estoy haciendo que me lo debas –Me rió y ella se despide con la mano. 

– ¿Hay algún problema? –Me retira el flequillo de la cara. 

–Cosas de chicas ¿Estás seguro que quieres meterte en ese terreno? – Chasqueo la lengua. Me da espacio para que pueda abrir mi taquilla, mientras se ríe. 

–Creo que no –le sonrió.

–Buena respuesta –Me rió.

Cuando intento poner mi carpeta dentro se resbala de mis manos y todas las fotos y dibujos que he hecho estaban regados en el piso, y la mayoría de ellos son de Kate, la sangre sube a mi mejilla y me apresuro a recoger todo Caleb intenta ayudarme. Veo otra mano recoger algunos papeles más lejanos, al levantar la vista veo a Stacy, termino de recoger y Stacy me da las últimas hojas. 

–Gracias –intento sonar normal.

– ¿Eres tú? –señala la foto. 

– ¡Sí! Soy yo, más bien con algunos ajusto, ya sabes –Me puse a la defensiva sin querer, pero revelar esa mujer a alguien que no confió no me parece bien. 

–Está bien –Casi se va, pero luego voltea y  me mira fijamente –Rachel quería preguntarte si quieres ir a mi casa por la tarde, necesito hablar contigo ¿Está bien? –Por un momento me quedo paralizada de la sorpresa. 

–Si...Claro –me enrede un poco al salir de mi sorpresa.

–Te esperare en el garaje, a las cinco y media–Me mira a mí y luego a Caleb, baja la mirada. 

–Está bien, te veré luego –Se va, y yo me volteo al casillero, recuperando la respiración que no sé en qué momento perdí – ¿esto acaba de pasar? –Susurro para mí misma.

– ¿Estás bien?

–Es solo... Stacy jamás me hablaría después de una pelea, ella es el orgullo personificado, no lo entiendo, tengo un mal presentimiento –El frunce el ceño. 

–Quizás solo extraña ser tu amiga –No lo miro.

–No lo sé –Algo me grita dentro de mí en advertencia, pero a pesar de eso quiero saber qué es lo quiere. 

–Jamás me dijiste por que pelearon –Su tono demuestra curiosidad. 

–Tú sí que tienes agallas para meterte entre dos chicas –Digo levantando una ceja.

–Supongo que no me dirás –Apreté mi mano contra la puerta de la taquilla.  

–Es… Complicado, además ya deberías saberlo. –Lo miro fijamente.

–No lo sé, ¿Qué tan complicado puede ser para que no me lo digas?

–Peleamos por ti ¿Está bien? –digo, siento como si mis palabras me ahogaran –No quería pelear con ella, cuando pregunto, le dije que no sentía nada por ti, pero no pude evitarlo y en el baile, ella me ataco en el baile para llamar tu atención y yo no supe cómo reaccionar a eso, y ya sabes lo que paso después.

–Lo siento

–No lo sientas –Suspiro –Caleb este problema no es si te elegí encima de una amiga, el problema para mi es que una amiga me quiso hacer elegir, y es lo que no acepto. Si fuéramos amigas ella no me hubiese hecho elegir, no haces elegir a alguien a quien quieres.  –Me encojo los hombros. 

–Entiendo –El besa mi frente.

–Además no eres por el primero porque el que peleo con Stacy –Digo sonriendo. 

–Enserio, ¿Por quién más? –Carraspea.

–Jesse…–Muerdo mi labio, quizás debí quedarme callada. El frunce el ceño.

–Esa mujer en los dibujos ¿Quién es?, se que no eres tú y tu ego no es tan alto como para mejorar tus facciones en un dibujo. –Señala el portafolio y me doy cuenta que aun no he guardado las imágenes.

– No sé quién es, y no entiendo como Stacy pudo creer que era yo, no creo que se parezca.

–Si lo hace, se parecen demasiado, como madre e hija –Sonrió un poco, mientras paso mi mano por el dibujo como si pudiera tocarla. Vuelvo a la realidad, carraspeo. 

– Ella no es nadie, solo la cree por accidente quizás por eso se parezca a mi –Evito su mirada y guardo los dibujos –Ya sabes, apareció de ensayo y error.

–Bien, vayamos a clases. 

–Kate por cierto, su nombre es Kate –Me sentí bien quizás no le confiese mi secreto pero revelar su nombre a Caleb, me hace sentir bien, pero él se me quedo mirando frunciendo el ceño 

–Es un diminutivo ¿Cierto? –Pienso por un segundo, no me había dado cuenta que podía serlo quizás…

–Katherine, su nombre es Katherine – sonrió y suena la campana –Vamos a clases. –Pronto recordé que en realidad tengo frío incluso adentro, me distraje tanto con lo que paso que lo olvide pero ahora que todo había acabado empecé a temblar. Cuando llegue a la puerta del aula sentí que alguien puso una bufanda alrededor de mi cuello, cuando volteo Gabriel me sonríe. 

–Ese es un vestido muy ligero para días de frío  si mi percepción no me falla te quedaste dormida y te pusiste lo primero que encontraste. 

–Vaya… creo que eres adivino –Me rió –Caleb que se había adelantado ahora nos estaba mirando, deje de reír.

–Yo… no sé si aceptar esto –Digo.

–Tranquila, tengo otra en el casillero, si la necesito la buscare después de la clase, además  creo que la necesitas más que yo. –Miro que el profesor ya llego y todos van a sentarse. 

–Gracias –Le susurro y me dirijo al asiento que está delante de Caleb y Gabriel se sentó junto a mí. 

– ¿Tenias frío no es así? –me susurra Caleb a mi espalda. Lo miro y parecía decepcionado de sí mismo por no darse cuenta. 

–Es un error de vestuario, me quede dormida y tuve menos de veinte minutos para arreglarme, creo que fue una mala idea elegir un vestido ligero, puede ser lo más rápido pero no contaba con el frío que había aquí. –El me sonríe y ambos miramos al frente, no sé cómo pudo hacer desaparecer el frío de mis piernas, pero la bufanda de Gabriel simplemente fue mágica. Cuando la clase acabo, Caleb ya estaba en la puerta, y me miraba esperando. 

–Nos vemos, Rachel – Se despidió Gabriel, cuando voltee Caleb no estaba en la puerta. Al salir del aula no lo veo por ninguna parte, empiezo a caminar mirando a todas partes, cuando llego a la intercepción de pasillos los veo en la esquina mirándome, le sonrió, pero él no está sonriéndome. 

–Desapareciste, te estaba buscando –Digo sin dejar mi mirarlo confundida.

–La gente estaba pasando y empujando era un poco molesto –Hay un tono en su voz que no había conocido nunca, es como si le molestara en realidad. Empezamos a caminar.

– ¿Caleb? –El me mira – ¿Qué pasa?

–No me pasa nada –Se defiende como si lo estuviera atacando con las palabras. 

– ¿Por qué parece como si estuvieras molesto? ¿Cómo si estuvieras molesto…conmigo?

–No estoy molesto – Me detengo, cierro los ojos, suspiro. Me siento débil ante este Caleb. Siento como si me lastimara y me pudiera lastimar en cualquier momento. Al abrir mis ojos aun consigo mantenerme en pie pero mi vista se mueve lentamente de un lado a otro, como si no consiguiera ubicarme. El me está mirando su mirada hostil desaparece y ahora muestras preocupación, y me doy cuenta de que no estoy escuchando el ruido alrededor de nosotros. – ¿Rachel? –Escucho a lo lejos –Rachel –Me sacude y me siento despierta otra vez, es como si me hubiese ido y ahora regresaba a mí misma, lo miro estoy más confundida que antes.

–Tu…– No sé qué va después de eso –Necesito irme. 

Me alejo de él, el ruido no vuelve del todo pero pude escuchar un golpe en una taquilla, y estoy segura que fue Caleb, el desapareció todo el día después de eso. Tengo el presentimiento de algo paso por mi mente pero por alguna razón no puedo recordar que es. Es como si me hubiese dormido y olvidado del sueño. Al regresar a Casa logre que la madre de Amy me llevara a casa y me quede dormida todo el día hasta que sonó el tono de mi teléfono. Respondo.

– ¿Qué paso son Stacy? ¿Estás en su casa? ¿Debería ir para allá? –La voz de Amy suena como un eco en mi cabeza. Coloco una mano en mi frente y me siento en la cama. Veo la hora, hace una hora que debía estar con Stacy. 

–Estoy retrasada, creo que me va a matar, me quede dormida la llamare.

–Está bien avísame cuando hables con ella ¿Esta bien? –Escucho pero no me da tiempo de responder y cuelga. 

–Rayos –Marco el número de Stacy  me sale la contestadora.

–No creas que no quiero ir a tu casa, solo me quede dormida, iré en unos minutos. –Dejo que el mensaje se grabe, y pongo las manos en mi cara. – ¿Sin sueños? – Mi mente está en blanco, sin embargo me siento cansada. Escucho el teléfono, es un mensaje de texto de Stacy. 

–Ok –es lo único que envía. 

–Bien… vayamos a ver cuál será la tortura. 

Su casa estaba abierta por lo que pude entrar sin problema, sabía que su madre no está por su auto. Entro en lo que ella llama el garaje pero en realidad no lo es, es una habitación que construyeron en lo que antes fue el garaje de su familia, en ella tiene como una especie de sala de reunión donde muchas veces hacíamos pijamadas, o veíamos películas de terror. Cuando abrí la puerta, ella estaba sentada en un puf con su teléfono en la mano. 

–Hola –logro decir, no sé que esperar.

– ¡Hola! – Exclama ella dejando su teléfono a un lado. –Vamos siente aquí, esta súper cómodo. –Me rio, mientras me siento. 

–Creí que no vendrías ya sabes toda esa cosa de Caleb…–parecía como si quisiera seguir hablando pero se contuvo. 

–Yo no tengo ningún problema, tu eres la que me evitabas –Digo se supone que no vengo a crear más problemas de los que ya tenemos pero estoy enojada.

 –Rachel se supone que no te gustaba, les dijiste a todos que Caleb no te atraía de ninguna manera ¿Entonces dime porque me mentiste?

–No te mentí… yo no estaba interesada en el, solo que simplemente la situación cambio. 

– ¿Qué cambio? –me miraba intensamente.

–Deje ir  a Jesse –digo en voz baja –no quería dejarlo ir pero lo hice, yo… quiero seguir viviendo y vivir aferrado a algo que ya no está, no es vivir.

–¿Qué tan seria es tu relación con Caleb? –Pregunta ella sin mirarme.        
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 
–Muy seria –Mi voz suena firme y me sorprendo. 

–Bien…–suspira y mira hacia arriba.

– ¿Qué? –pregunto y ella me mira entornando los ojos.

–Pensé que todavía te importaba Jesse, no pensé que lo fueras a olvidar tan fácil. ¿Alguna vez te importo realmente?

–Siempre me importo Jesse, pero está muerto Stay, aun lo recuerdo pero no puedo detener mi tiempo por él.

–Sí pero solo han pasado unos meses, no puedo creerlo –La miro consternada.

– ¿Que estas tratando de decir con eso? –Cierro fuertemente los ojos. 

–Solo quiero saber una cosa ¿Amaste a Jesse? –La miro fijamente, ella sabía la verdad, sabia acerca de mi confusión, no, ella sabía mucho más.

–Stacy yo... –No la miro. 

–No te moleste en excusarte, sabía que no eras tan buena como todos piensan, ¡Es tu culpa que el este muerto!

–Cállate –Las lagrimas están mis ojos –Sabes que no fue mi culpa.

–Acaso, ¿Amas a Caleb? –Ella me atacaba con las palabras sin dudarlo ni un segundo, como si yo no le importase lo mas mínimo.

–Basta, ya basta tú no sabes nada acerca de mí. –Digo firmemente.

–Seguro te alegrara que Jesse esté muerto ¿No? –Su voz se quebraba – ¡Seguro que te alegra que este muerto!

– ¡Claro que no! –El tono de mi voz se quebró. 

– Jamás te importo Jesse, solo lo utilizaste, impediste que estuviera conmigo y luego lo desechaste, le hiciste creer que lo amabas y te burlaste de él, seguramente lo engañabas. –Me acusaba firmemente.

–Eso no es cierto, sabes que Jesse y yo nos queríamos, quizás no de la manera que todos esperaban pero nos queríamos Stacy, cuando me di cuenta de lo que sentía no planeaba desecharlo, tenía que librarlo de mi, pero justo en ese momento, fue demasiado tarde. 

–Eres una mentirosa egoísta, ¡El estaba conmigo! El se dio cuenta de que lo amabas, se hundió en la desesperación y la única manera que se pudo calmar, fue conmigo, le di todo… lo que tú no fuiste capaz de darle, ¿Creíste que eras importante para él? No seas idiota. 

– ¿Qué? –Mis lágrimas se detuvieron y mis ojos no podían dejar de mirarla. 

– Lo que oíste, cada vez que no te respondía, cada vez que pensabas que estaba enojado, el estaba aquí, él iba a botarte, me quitaste todo lo que una vez quise, pero él era mío. –mi corazón se detuvo, todo por un momento estuvo quieto, cuando recupere mi respiración, me encontré serena más serena de lo que jamás hubiese estado, no parecía yo. Solté una risita ahogada, y mi mirada fue hacia ella, nunca mire tan fijamente a alguien, y menos mientras mostraba una sonrisa. 

– ¿No te das cuenta de estas diciendo? –Ella me miraba sorprendida como si estuviera asustada de lo que me he convertido –Te has dejado manipular como una niña tonta, yo quería acaba con la relación con Jesse pacíficamente, pero el simplemente se negaba, se negaba a dejarme, crees que me dejara a mí, por un poca cosa insignificante como tú. No me hagas reír. –Las palabras salían de mi boca automáticamente sin nada que las detuviera. 

–No te creo... ¡Él iba a dejarte!, sabía lo que eras, sabía que no valías la pena, que no eras especial, como todo el mundo cree. Que eras una... –La abofetee y ella cayó al piso. 

–No seas idiota, puede que me haya engañado pero no fui tan estúpida como tú, lo entregaste todo, ¿Y sabes qué? En el momento en que Jesse murió lo perdiste todo, no tienes valor, no tienes dignidad, no, me equivoco, todo eso lo perdiste antes de que el muriera; Creíste todo lo que te dijo, y si embargo nunca te diste cuenta de tu posición, siempre fuiste, siempre serás la segunda, la otra, la que llenaba el espacio vacío solo mientras yo no estaba. Yo no te quite nada, todo lo que tengo lo gane con mi esfuerzo cuando ganas algo con tu propio esfuerzo, siempre, será tuyo – ella se aleja de mi, sostuve fuertemente mi puño en mis costados –Todos me lo dijeron, no debí confiar en ti, pero ¿Sabes? Todos se quedaron cortos contigo –Quizás yo sea para ti nada, pero tú eres menos que nada para todos, ven lo vacía que estas. No me veas no me mires, ni una sola palabra quiero oír de tu boca. –Me di cuenta de que estaba temblando, y cuando me moví intente mantener el equilibrio, Stacy solo me miraba sorprendida.

Mi cuerpo temblaba y apenas mantenía el equilibrio, la luz del sol ya se había extinguido sin embargo la luna iluminaba todo. Cuando me adentre al cementerio apenas sabía lo que hacía, y al llegar a su tumba simplemente me quede allí parada frente de él mirando el nombre y su fotografía, sin reconocerlo, es como si no estuviese viendo a la misma persona que conocí. Mis rodillas cedieron y mi voluntad también. 

– ¿Por qué? ¿Por qué? – Tome las flores y  el jarrón lo tire contra la placa – ¡¿por qué?! –Empecé a gritar y tirar las flores hacia la placa como si fuera el – ¡No te ame! Pero ¡Nunca te haría eso! ¡Nunca! –Me aferre al césped intentando arrancarlo, y alguien me rodeo con el brazo impidiendo moverme, sabia quien hubiese sido capaz de encontrarme aquí– ¡No! ¡Suéltame! ¡No! –Agarre el césped y me aferre mas a él – ¡Caleb suéltame! –Solté un grito que pareciera que no proviniera de mí y las lágrimas salieron, no podía respirar estaba ahogada en mi llanto. El me sostuvo mientras yo no dejaba de llorar en su hombro. – ¿Cómo fue capaz de hacerme eso a mí? ¡Se supone que me amaba! ¡Se supone que seriamos los mejores amigos sin importar que pasara! 

–Lo sé, lo sé. –No deje de sollozar por un buen rato y tuve que esperar a que se me quitara el ataque de hipo que me dio de tanto llorar. Caleb me tomo por  mis hombros y debajo de mis rodillas, mientras yo me aferraba a su pecho, el me subió a su camioneta, pero no nos movimos, yo me quede mirando al frente y él me miraba, estoy segura que no sabía qué hacer. 

– ¿Cómo me encontraste? –Digo sin mirarlo.

–Stacy me llamo, me lo dijo todo –Pongo mi cara entre mis manos y vuelvo a llorar. 

–Fue capaz de decírtelo ¿eh? –suelto una risita penosa.

–Rachel, el ya no está, no puedes cambiar lo que paso y no puedes desquitarte con él. –Le muestro una sonrisa. 

–Lo sé, eso es lo que me está matando, no puedo hacer nada con esta rabia, yo… –el me abraza.

–Déjala ir, deja ir la rabia, lo la contengas contigo, no dejes que te domine –acaricio mi mejilla con su mano. –Si lo haces, te convertirás en una persona que no quieres. 

– ¿Cómo quieres que desaparezca todo esto? –lo miro confundida.

–No te estoy pidiendo que lo olvides, solo te digo que no te aferres a él, por mucho que cueste olvidar, no lo conviertas en algo importante. Esa es la mejor venganza que hay. ¿Está bien? –asiento. –Bien vamos a tomar algo. 

Nos detuvimos a una cafetería, ambos estábamos callados, nos sentamos en una mesa junto a la ventana, apoye el codo en la mesa, mientras sostenía mi barbilla, mirando la ventana, o más bien mirando al vacío  Siento su mirada, y llega la camarera a tomar nuestra orden. Carraspeo y tomo aire.

– Bien, quiero un Late con vainilla. –Digo intentando sonar natural. 

– Tráeme lo mismo. –Bajo la mirada y luego lo miro, le sonrió. 

– No hagas eso –Borro la sonrisa de mi rostro. 

– ¿De qué hablas? –Lo miro confundida. 

–Intentar parecer como si estuvieras bien. –Dice y lo miro entornando los ojos. 

–No estoy fingiendo, es así como soy, evito parecer que sufro, para poder creer que en realidad no estoy sufriendo –Bajo la voz –No lo sé quizás es más fácil que afrontar que en realidad me estoy muriendo por dentro. 

– ¿Estas excusándote por mentirte a ti misma? –Suelta un bufido. –Rachel que sea lo más fácil no quiere decir que sea lo mejor.

–Realmente no te entiendo, primero me dices que no guarde rabia dentro de mí que la libere, ahora que estoy calmada me dices que no lo haga. 

–Ocultar tus emociones no es liberarla. –la camarera trae las dos tazas. 

–No soy buena en eso de manejar este tipo de emociones, por si no lo notaste en el cementerio. –Digo tomando un sorbo del café. 

–Solo tienes miedo de intentarlo, ¿Por qué huyes antes de luchar? –Dice él se bebe casi la mitad del café de un solo trago. 

–No… tengo miedo –lo miro los ojos, ahora estoy molesta. – ¿Por qué no me lo dices tú? Esta mañana me dejaste en claro como liberar tus emociones ¿Me equivoco?

–Eso… fue diferente –Se defiende, suelto una risita sarcástica. 

– ¿En qué? –lo desafío con la mirada.

– ¿Enserio no te diste cuenta? –Estoy más confundida que antes. 

–Obviamente no te entiendo –Digo cruzando lo brazo. – ¿Sabes qué? No necesito esto. –Me levanto y me dirijo hacia la tienda, cuando  salgo me detengo, y veo por la ventana como le da un golpe a la mesa. Estaba segura que esta vez no me seguiría, pero cuando estuve a punto de seguir caminando sentí su respiración justo detrás de mí lo cual me paraliza, su mano recorre mi brazo  y luego toma la mía. Escucho como mi corazón palpita frenéticamente, y mi respiración se acelera. 

–Te dije que sería un problema si no quiero dejarte ir –Susurra en mi odio y volteo de repente, lo miro con sorpresa. Con mi mirada busco a través de él, a través de sus ojos, pero no tengo idea de que busco, y de si quiero encontrarlo realmente. –Por mucho que intento dejar de pensarte, no puedo sacarte de mi cabeza, y cuando alguien más se acerca a ti, siento como si fueran a alejarte de mí, y me niego a dejar que eso pase. 

–Caleb…–El me rodea con su brazos, y mi corazón late con más fuerza, olvido todo lo que pasaba por mi mente, cuando hace unos minutos sentía que iba a reventar de tantas cosas. Me retiro un poco y pongo mi mano en su mejilla –Creo que ya lo entiendo, solo tú eres capaz de liberarme de este desasosiego en el que fue encadenada. Gracias por liberarme. –El junta sus labios con los míos y me besa con inmensa delicadeza. Y luego me mira. –No me abandones. –logro decir mientras me aferro mas a él. 

–Nunca –el me abraza más fuerza. –Nunca lo haría. 
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Este es la nueva edición, la verdad estoy mas conforme como va quedando la historia ahora, por favor dejen un comentario al respecto. 

Nota: Los Capítulos editado en vez de cap los colocare como "Sueños" (Ejemplo: Sueño 9: "titulo")

*Nueva edición*

prometo no volver a cambiar los capítulos, por el bien de mis lectores. 



Sueño 8: Confianza


A pesar de que mi vida estaba mejorando y de que ya no me sentía mal, las pesadillas no se detienen incluso cada vez son más largas y confusas. Esto caminando por el bosque, estaba todo oscuro, y hay una silueta frente a mí. Caleb, ¿Que hace aquí? –pienso. Se voltio y me escondí,

no tengo ni idea de porque lo hice, algo me hizo detenerme, cuando me iba. Sonó el Despertador. 

– ¡Cariño, baja a desayunar!
– ¡Un segundo! –Digo mientras termino de maquillarme.
– Vamos, ¿que no podemos dormir un poco más? – Jake sale de su habitación, está listo, pero estaba soñoliento. 
–Claro, si quieres te quedas toda la mañana y no vas a la escuela –dije sarcásticamente al bajar.
–Pues no estaría mal. –Dice mientras me sobrepasa y toma su plato.
–Deja de quejarte y  ponte desayunar antes de que vuelvas a llegar tarde a la escuela –lo regaño mama.
–Entiende el problema no soy yo, la escuela empieza muy temprano. –dijo Jake
–Pobre bebe, no puede dormir…-dije mientras reía
–Vamos chicos, ya basta y Jake tendrás que acostumbrarte, por que empezara a esa hora sin evitar lo que digas.
–Mama, lleva desde el Jardín de niños la escuela, ya debería estar acostumbrado –digo mientras  tomo una tostada y me dirijo a la puerta. Quería irme rápido, porque quería ver a Caleb, antes de entrar a clases.
–Un momento señorita. No has terminado de desayunar bien  –Supuse que había olvidado el accidente del desmayo, pero ya veo que no.
–Mama por favor... –digo refunfuñando. 
–Terminaras tu desayuno y luego puedes irte, ya te desmayaste una vez, no quiero que se vuelva a repetir. –Sabía que si le decía que no, no pasaría nada bueno. Mama me ofreció un plato, al tocarlo sentí como mi mente se alejo de aquella cocina y ahora frente a mis ojos estaba frente a una fosa en el cementerio, habían varias personas rodeándolas, todos vestidos de negro, sus caras se veían borrosas, solo distinguí entre todos ellos el féretro que estaban preparando para colocar en la fosa, en  el momento que voltee a ver el nombre de la placa, el sonido de un plato cayendo me volvió a la realidad ahora tenía la mirada sorprendida de mamá. – ¿Rachel? –Me agache a recoger los pedazos del plato que pude, y por la rapidez que lo hice los dedos ahora me estaban sangrando. Mire todo esto y mi madre aun no sabía qué hacer, y yo tampoco.

–Tengo que irme –Digo y me levanto dirigiéndome hacia la puerta. 
–No puedes irte así, espera ¡Jake! –Camine más rápido hacia la puerta logrando abrirla cuando Jake se dirigió corriendo hacia nosotras y vio mi intención de huir. No estaba segura si me iba a detener o si me ignoraría por completo, pero no iba a correr el riesgo. Salí rápidamente y en vez de caminar más lento, mi paso se aceleraba. Jake me tomo del brazo. 

–Déjame ir –No estoy segura si me escucho – ¡Déjame ir! –voltee para darle la cara. El me soltó, y me sorprendí de que me escuchara, ¿Qué fue lo que vio en mi rostro para que me hiciera caso? Estaba tan sorprendida que olvide la parte de la huida y me quede viéndolo, esperando algo, no sabría decir que era exactamente.

– ¡Rachel! –Mi madre me hizo reaccionar y me voltee y me aleje, no estaba corriendo, simplemente me alejaba, ¿Pero de que exactamente estaba huyendo?

Al llegar al colegio me dirigí directamente a los sanitarios, a lavarme la sangre de las manos. Logre convencerme de que solo imagino cosas, ya que era la única manera que sabia lidiar con esto. Estoy loca, no hay remedio.

Si alguien sabia como alegrarme el día ese era Caleb. En mi casillero se veía una pequeña caja dorada junto a una nota.

Espero que hayas dormido bien anoche, yo estuve pensando en ti, ¿Puedo pasar a buscarte el  sábado, a las 5:00?, disfruta de los chocolates.

                          Caleb

Se dibujo una sonrisa en mi rostro. Y tome la caja dorada dentro del casillero.

– ¿Te gustó? –Dice una voz detrás de mí. Era la voz de Caleb.
–Puede ser... –Dije sonriendo
– ¿Ahora te haces la difícil? –dijo y yo reí.
–Quizás necesites trabajar un poco más en eso–Digo y me volteo. El me toma por la cintura y me hace voltearme. Su agilidad me sorprende y siento el calor en mis mejillas. El me suelta. 
–Entonces ¿Qué me dices? –dice Señalando la nota que aun sostenía en mi mano.
–Esta… bien, ¿Que tienes planeado? –pregunte con curiosidad. 
–Es una sorpresa –Por su mirada note que seguramente no me lo diría aunque le insista.
–Entonces... ¿ahora eres misterioso? –Bromeo.
–Bueno, tendrás que trabajar más –Rio tontamente. Los chicos llegaron, estaba segura de que preguntarían algo.
–Hola... –Dicen Jamie y Amy casi al mismo tiempo, ambos se ignoran. Realmente paso algo en el baile.
–Hola, chicos –Responde Caleb, de algún modo el ambiente se puso tenso y todos estaban callados. 
–Chicos, ¿Donde estaban hace un rato? –digo para evitar el silencio. –Los busque apenas llegue pero no los encontré.
–Si...  Llegamos algo tarde –dice Jamie.
–Bueno te veo luego, hasta pronto chicos –dice Caleb y se fue.
–Lo siento, aun no me acostumbro a él. –dice Amy
–No es tu culpa, tranquila –Trate de parecer indiferente para no preocuparles  – ¿Qué pasa? –digo cuando note me miraban de una manera curiosa.
–Nada... –dice Jamie, los mire con el ceño fruncido.
–La palabra nada no está en tu vocabulario. ¿Qué pasa? 
– ¿Así que... tu y Caleb se iban a besar? –dice Amy
–Bueno...si ¿Y?  – digo.
– ¿Son novios o no?– dice Jamie viendo que Amy tardaba tanto
– ¡Jamie! –Exclamo Amy. Jamie puso los ojos en blancos.  
– ¿Qué? te tardaste mucho – dijo Jamie 
–Es que no le puedes hacer esa pregunta así –No pude evitar reír – ¿Entonces? – Me pregunto directamente Amy. 
–No lo sé, no he… aclarado este punto–digo. 
– ¿Qué? ¿No te lo ha pedido? –Pregunto Amy
–No... Pues al menos no directamente, en realidad no lo sé –digo confundida
– ¿Quizás piensa que no estás lista? –dice Jamie
– ¿Lista? ¿Lista para qué?
–Para Tener una relación seria con él, después de todo es mayor. –dice Jamie. Volteo los ojos. 
–Pero no tiene 30 años todavía sigue en nuestra generación después de todo estudia en nuestro curso –digo
–Pero no quiere decir que tenga nuestra edad según el registro tiene 17 y  nosotros solo tenemos 15, hasta el próximo año que cumpliremos 16 –dice Amy
– ¿Lo investigaste? –dije sorprendida
–Quizás... Recuerdas a mi amiga la secretaria, ella me ayudo un poco, es… misterioso y solo me preocupo por ti –dice Amy
–Y no solo esta eso también está en que no sabemos quiénes son sus padres, solo sabemos que vive solo –dice Jamie
– ¿Y lo interrogaron? porque solo eso falto para ser una investigación policial– Digo
–Solo queremos lo mejor para ti –dice Amy haciéndome ojos inocentes –Los mas lindos son sospechosos –Me dice fingiendo una cara dramática, solté una carcajada. 

Había algo de razón en las palabras de mis amigos, aun no entendía algunas cosas de Caleb y la verdad no lo conocía bien, pero aun no habíamos tenido una charla donde pudiéramos conversar todos esos puntos que debíamos saber uno del otro. Siempre hemos hablado de mí, y nunca me percate de que nunca le pregunte nada de él. Pero a pesar de que sabía esto, mi mente seguía estando en el incidente de esta  mañana, en lo que  pasaría cuando llegara a casa, en lo que dirían mis padres, porque en este momento mi padre ya debe estar enterado. 

Abrí y entre lo más sigilosamente posible lo cual fue inútil porque no había nadie en casa. Jake es demasiado cobarde como para verme después de lo que paso esta mañana, pero mi madre no, siempre había sido directa conmigo, de hecho demasiado, era mi mayor confidente, pero me aparte de ella desde el momento en que  Jesse murió. Al llegar a la cocina escuche el ruido de la puerta era innegable que había vuelto, por un momento pensé en huir, pero me quede en la cocina esperando, al verme ella me sonrió forzadamente. 

–Mama sobre esta mañana… 

–No hablemos sobre eso, solo fue un accidente, creo que me preocupe por nada, porque si algo pasara tu me lo dirías, ¿Cierto? – Mi cuerpo no se movía y mi mirada se perdió en un lugar lejano, ella me había matado mediante aquellas palabras. ¿Cómo podría responder aquella pregunta? Mi mente simplemente respondió rápido y mostré una sonrisa. 

–Claro mama, siempre confió en ti, tengo que hacer algo de tarea – Me dirigí a  las escalera pero sentí el sollozo a lo lejos mi madre estaba llorando, y era mi culpa mis palabras eran tan creíbles como un espejismo en el desierto.  Termine de subir las escaleras, en esa casa que ahora se veía más pequeña, ambas lloramos a solas, sin dejar que nadie nos viera.  – ¿Como deje que esto terminara así?

Mama siguió ignorando lo que paso ese día, pero sé que pasaba más tiempo que antes en el restaurante para evitar todo esto. Yo solo la observaba de lejos y sonreía falsamente cuando me miraba, aunque sabía que no la engañaba; papá siempre estaba en su trabajo como de costumbre y al parecer mamá decidió excluirlo de todo esto, ya que estoy segura de que me hubiera sentado en la sala y dado un sermón de debía confiar en ellos y no guardarme cosas para mí. Pero otra vez seguía estando sola en casa, y los únicos momento felices eran cuando Caleb estaba frente a mí, de alguna manera me sacaba una sonrisa.  A pesar de todos estos sentimientos hacia él me costaba sacar el tema de mi familia, y el no me presionaba para que le contase todas mis preocupaciones, pero sé que lo esperaba. 

Cuando llego el viernes sentí la casa tan pequeña que me costaba respirar y necesitaba salir a tomar un poco de aire, por todo lo que paso había dejado mis caminatas habituales por el bosque, mis pequeñas aventuras que últimamente estaban acabando conmigo destrozada física o moralmente. El viento no estaba tan fuerte como la última vez pero esta vez estaba frió así que tome una chaqueta y mis botas para calentarme un poco,  pensé si en seguir el sendero traicionero de siempre o arriesgarme a buscar otro, pero solo entre al bosque sin seguir un sendero, aunque todo estaba lleno de hojas secas que daban la sensación de una gran alfombra en el piso, con la cual podía oír el crujir que hacían mis pisadas. Escuche el crujir de los pasos de otra persona, y fui a curiosear quien era, sabia con quien siempre podría encontrarme aquí, y tenía razón, al parecer mi fiel compañero de caminatas había decidido dar un paseo hoy también. 

–Ya veo que no soy la única que le encanta venir seguido. –El se volteo como si no me hubiese notado antes, solté una risita y me acerque. 
–Yo vengo aquí diario, me encanta explorar. –Dice y se acerca a mi –No creí que volvieras ahora tienes a alguien que…
–Que tenga pareja no quiere decir que no pueda disfrutar de esto, además… – digo soltando un suspiro – Necesita venir aquí. 
–Oh, parece grave, ¿quieres hablar de eso? –Dice tomándome de la mano y dirigiendo por el bosque.
– ¿A dónde me llevas? – había un gran tronco en que podíamos sentarnos los dos, al mirar me senté justo en la esquina en donde podía recostar mi espalda en otro árbol y lo mire esperando que se sentara.
– ¿crees que hay algo raro conmigo? – digo
–Bueno creo que te sorprendería de lo que he visto, pero tú no eres rara por lo menos no lo suficiente para sorprenderme – Reí un poco. No podía decirle que veía imágenes de la nada sería algo extraño. 
–Bueno eso aclara todo –Digo e intento reír.
–Volviste a poner esa cara –Dice el mirándome seriamente, no sabía a qué se refería, note en su cara algo que solo había visto pocas veces, era una cara de verdadera preocupación. 
– ¿De qué cara estás hablando? – Digo intentando sonar normal pero se me quebró la voz. 
–Finges que todo está bien, pero esa sonrisa falsa no mejorara nada.  Te ahogaras en tus pensamientos. 
–Me tengo que ir –Digo sin mirarle y me alejo de él, cuando casi me levanto, me tomo del brazo lo cual me sorprendió pero seguía con la mirada baja sin mirarle, evitando que viera mi cara.
–Confiar en las personas no te hará daño Rachel, solo confía en las personas  que tu corazón crea que son las correctas, el es un verdadero juez. 
–Gracias –Digo en voz muy baja y apenas audible, quizás logro leerme los labios. Solo me levante y me fui. 


 El sábado solo me centre en una cosa, aclarar mi situación con Caleb, quería saber más sobre él, quería saberlo todo, y sobre todo quería escucharlo de su boca. El día estaba un poco nublado y el viento todavía seguía, pero intensidad baja como el otro día pero seguía haciendo mucho frio, lo cual limitaba mi vestuario en algo muy abrigado. Jake salió a ver una película con sus amigos, y volvería tarde. Mis padres seguirían en sus asuntos de trabajo cada quien en su oficina porque ambos salieron más temprano que en un día de semana a resolver sus respectivas emergencias laborales las cuales no les gustaban compartir con Jake y conmigo. 

Estaba en una casa en el bosque la casa directo al lago, yo veía por una ventana de Cristal, donde veía el muelle, dentro de la habitación una mujer se acercaba a una cuna donde estaba una bebe de un años más o menos, la mujer me ignoraba completamente pero la niña me miraba fijamente con sus ojos grises como si me conociera y reía al verme. Cuando la mujer volteo para ver que miraba la bebe, pareciera note que no podía verme y seguramente pensó que hija miraba el paisaje en la ventana, yo en cambio pude ver a esa mujer y detallarla porque creo que no había visto a nadie tan hermosa, su pelo bronce brillaba con el sol que entraba desde la ventana, y tenía los ojos grises igual que la bebe, en partes me recordaba a mí en esas características y por un momento pensé que era yo.

– ¡Kate! –Una voz conocida, cuando escuche grito me desperté de golpe. 

Escuche el timbre. 

–Lo siento, me quede dormida – digo al abrir la puerta. 
–Tranquila bella durmiente, acabo de llegar –Me rio y tomo mi bolso. 
–Bien estoy lista, y… ¿Adónde vamos? –Pregunto.
– ¿Quieres arruinar la sorpresa? –dice 
–Bueno dame una pista –digo
–No lo haré –me dice seriamente pero yo no puedo evitar reír – Jamás sabrás por mi boca adónde vamos hasta que lleguemos allá.
–Podrías estar secuestrándome  –Bromeo. 
–Claro, vamos señorita entre al auto o tendré que llevármela a la fuerza. –Nos subimos a su camioneta, por una vez me alegre de que no fuera un carro parecido al de Jesse, cuando me abrió la puerta.

Cada vez nos íbamos alejando mas de las casas ahora solo veía arboles, y entramos en un camino de tierra que subía por la montaña, la camioneta daba saltos mientras avanzaba, Caleb y yo nos sonreímos, el se detuvo justo en frente de un sendero, nos bajamos de la camioneta.

– ¿Dónde estamos? –Mire alrededor, el empezó a caminar por el sendero y lo seguí. 
–No lo sé, lo encontré hace poco, pensé que te gustaría, dado que te gusta apreciar el paisaje. –Se que se refería a aquella vez en el viaje de curso que me encontró tomando fotografías. 
–El viaje... –Sonreí, creo que fue en ese momento cuando más nos acercamos –Si, tenias razón, realmente me gusta este tipo de lugares, hasta podría pesar que eres un caballero por prestarme atención. –Reímos. 
–Quizás algún día dejes de pensarlo y te des cuenta que tú me haces un caballero. –Dijo e hizo una pausa. – ¿Qué me quieres preguntar? –Fue como si me hubieran despertado, había olvidado todo, y además...
– ¿Como sabias que te iba a preguntar algo? –Se detuvo un momento.
–A veces… eres una caja de sorpresa y otras realmente eres predecible, y tu mirada lo revela todo –dice y carraspeo la garganta.
– ¿Enserio? –lo miro algo extrañada, siempre me han dicho que nunca saben que pasa por mi mente.
–Si... y a veces no entiendo del todo, es como si fueras dos personas diferentes, a veces eres tan segura, y otras veces incluso te vez mas indefensa que los demás, es como si estuvieras  buscando algo. –Evite su mirada y seguí caminando y me adelante un poco.
–Has estado observándome ¿no es así? – Suspiro. 
–Solo observo las cosas que realmente me gustan – me sonríe.
–Es la primera vez… Nadie jamás me ha dicho algo como esto, todos piensa que soy demasiado compleja, para entenderme. 
–Y Lo eres –Me interrumpió.
–Pero tú lo entiendes ¿Cómo? – El está ahora frente a mí. 
–Porque me gustas lo entiendo, no es que seas demasiado compleja para entenderte, es que eres tan compleja que nadie se a la tarea de intentarlo. Les da miedo. 
–Cuando te vi la primera vez, tus ojos demostraban dolor, y no lo entiendo incluso cuando te veo ahora, sigo viéndolo ¿Por qué? – el cierra los ojos y coloca su mano en mi mejilla. 
–Creo siempre te estuve esperando, que aun estoy esperando que me dejes entrar – Al abrir los ojos sus ojos azules me miran con una intensidad que no había conocido nunca, siento como si no me mirara a mí, como si mirara dentro de mí. 
–Yo te deje entrar, estoy contigo, yo…
–Estas demasiada asustada de ti para dejarme entrar –Aparto la mirada.
–Creo que debemos… seguir caminando si queremos llegar a donde sea que vayamos. –Empecé a caminar, pero él me tomo con la muñeca, y me acerco hacia el mi cara estaba en su pecho y me presionaba contra él, el tiempo se detuvo para mi, mi respiración se detuvo y mi corazón estaba acelerado, me aferraba a él como nunca lo había hecho con nadie, y realmente me sentí  segura, en menos de un segundo sentí que no había nada de qué preocuparme, no tenía problemas, no estaba loca, éramos solo él y yo. 
–No me importa quién seas, no me importa si estas asustada, porque yo estaré contigo –El beso mi frente. –Lamento decir esto pero tenemos que seguir. 
–Gracias –Susurre de una manera apenas audible, y estaba segura de que no me oiría pero al voltear note una sonrisa en el. 

A pesar de que dijo eso le tomo un rato soltarme  y continuar, pero me tomo la mano, y entrelazamos los dedos, mientras seguimos caminando me tomo tiempo que mi respiración volviera, pero mi corazón estaba a punto de saltar de mi cuerpo, caminamos por unos quince minutos mas y me quede sorprendida cuando finalmente llegamos contuve la respiración, podía ver todo el pueblo e incluso más lejos, no me había dado cuenta de que tan alto habíamos estado. 

–Realmente me arrepiento de no haber traído mi cámara – Digo
–No necesitas una cámara para tomar una fotografía– El se acerca al bordo y se sienta.
– ¿Por qué estás aquí? Al pueblo me refiero –Pregunte finalmente
–Tenía que buscar algo aquí –El no me mira. 
– ¿Qué es? –me siento a su lado.
–No podría decirte, aunque quisiera. Pero sé que te darás cuenta un día –dice y me rodea con su brazo.
– ¿Lo encontraste? –lo miro esperando una respuesta. 
–Si – me mira y me sonríe. 
– Sabes con que intenciones vine ¿Cierto?,  quiero saber todo de ti, sobre tus padres, sobre ti, porque entraste dos cursos menos de los que deberías, tus miedos, tus tristezas, tus alegrías, tus anhelos, todo. – Suspiro – Hace unos días me di cuenta de que en realidad no te conozco y además me di cuenta de que quiero conocerte, eres como un mundo por descubrir, y quiero hacerlo.
–Te ayudare con eso –Besa mi frente. –Pregunta lo que quieras.
– ¿Por qué estas un curso menos al que deberías?
–Me había tomado un año sabático de la escuela, tengo que recuperarlo
– ¿Por qué dejaste la escuela? 
–Estuve explorando, no eres la única que una vez tuvo miedo. 
– ¿Y qué hay de tus padres? –Hago esta pregunta sin mirarlo.
–Están muertos desde que tenía doce años,  Vivo con mis padres Adoptivos, en realidad son mis tíos.
–Lo siento... Por lo de tus padres –Me sentí culpable por recordarle eso.
–Fue hace mucho tiempo, no te preocupes
– ¿Hermanos?
–Hermana, y es una pequeña pesadilla en realidad ella siempre ha estado en nuestro curso. 
– ¿Qué? ¿Enserio? – Me sorprendo jamás he visto.
–Ella conservo el apellido de nuestros padres, yo preferí cambiarlo, es Rose Baker. – Recuerdo quien es una chica rubia que siempre se sienta cerca de la ventana en clases, nadie habla con ella, intente acercarme a ella antes pero simplemente nunca aceptaba una invitación mía.
– ¿Ella? No puedo creer que no me diera cuenta. En verdad se parecen, pero… Nunca los he visto juntos.
–Nos es que yo te vea mucho con Jake pero son hermanos, ella llego el año pasado, nadie podría adivinar que somos hermanos. 
–Tienes razón, tenía un montón de cosas que preguntarte pero las olvide. 
–Bueno eso indica que se acabaron las preguntas. 
– ¿Te… Quedaras? –Aunque yo lo dije me sorprendió al pregunta. –Lo siento creo que a veces no controlo lo que digo – El me mira con el ceño fruncido. 
–Si –Luego mire a lo lejos  y pensé en la pregunta que más quería hablar y me pregunte si debería decirla o quedarme callada–sabes creo que tenemos un problema.
– ¿Cuál?
–creo que me estoy enamorando de ti.
– ¿Por qué eso debería ser un problema?
–Puede que no quiera dejarte ir–solté una risita.
–Pueda que yo no quiera irme – lo miro fijamente.
–Luego no habrá vuelta atrás 
–me parece bien, con un novio como tú no quisiera librarme jamás. 
– ¿Me acabas de llamar novio? –Sorprendida, siento como toda la sangre sube a mi rostro. 
–Yo…–Me quedo muda.
–Me gusta que me llames así –Me atrae a su lado y me abraza. – vamos antes de que se haga de noche.
–bien–Aun no puedo hacer que mi pecho se calme. Me levanto.
–Rachel –miro hacia arriba y me besa.
–Creo que harás que mi corazón salte de mi pecho– el se ríe.
–El mío creo que ya lo hizo. Me lo has robado
–Mientras lo tenga lo cuidare lo prometo.
–Bien, confió en ti.
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Los quiero y gracias a los que esperaron ♥♪

*Nueva edición.*

lunes, 23 de mayo de 2011

Sueño 7: sueños o realidades.

– ¿Que sientes por mi? –Mi mirada estaba perdida. Sentía algo por  Caleb, pero ¿Qué es realmente esto?

– ¿Que? –Mi voz apena salió. El iba a hablar pero justo cuando iba a soltar la primera palabra. Mire a Caleb con la intención de hacerle saber que se lo dije. 

–Caleb, tenemos que hablar sobre nuestra cita en el Baile –Dice ella indiferente a mí, o eso es lo que quería que pensara. 

–Bien, adiós –Digo arreglando mi bolso. Tratando de que Stacy no viera mi rostro, ya era suficiente dejar que Caleb me viera llorando. Finalmente me voltee y me aleje.

 –Rachel, Espera– Caleb se había Acercado a mí y Stacy se había quedado sola. Sentí la mirada de Stacy, pero mirada que más me incomodaba ahora era la del mismo Caleb. –No hemos terminado.

– ¿Qué importa lo que yo sienta, si ya tú tienes planes con una persona? –Voltee enojada. –Gabriel me estaba viendo mientras me acercaba a él en el pasillo. Pero no quería hablar ahora.  Me desvié por las escaleras y subí a la azotea. Me coloque detrás de una pared. Estuve sola, mientras mi llanto se calmaba, por un rato hasta que escuche que abrían la puerta y era Gabriel. Me había seguido. Espere a que no me encontrara. No me atreví a mirarlo.  Mis ojos estaban rojos y aun salían lágrimas por él, no quería que nadie me viera así. 

–Hablar de los problemas ayuda ¿Sabes?, no sirve que te escondas se que estas llorando – dice y se acerca a donde yo estoy. 

–No quiero que me veas –Digo y evito darle la cara. 

–Bien, aquí tengo algo para arreglar eso –Dice mientras sacaba una camiseta y se tapaba los ojos con ella. No puedo evitar reírme a carcajadas cuando lo veo. 

– ¿Qué estás haciendo? –Digo aun riéndome.

–Trato de no mirarte, así que no me distraigas – dice mientras intenta que quede sujeto en la cabeza. –Así que cuénteme madame, ¿Qué es lo que la molesta?

– ¿Así que aparte de guía, eres psicólogo? –Digo molestándolo. 

–Si exactamente – dice riendo. 
–Bien si serás mi psicólogo, deshagámonos de esta horrible cosa – digo y le quito la camiseta de la cabeza.

–Oye, me costó mucho para que se quedara en mi cabeza. –Me rio y el suspira –Bien parece que dejaste de llorar, me alegro.  Te ves mucho mejor así –Dice y realmente me sorprendo. 

– ¿Sabes? Realmente lloraba por algo estúpido. No creo que valga la pena llorar por eso. –Digo. Realmente me estaba dando por vencida. 

–Bien, pero quizás podamos alegrarnos un poco en el baile ¿Qué me dices? –Dice el con  tranquilidad, realmente parecía que no le daba importancia.

– ¿Me estas invitando al baile? –Digo riéndome. 

–No te rías de mí, hace que me sienta como un tonto –Dice y solo muestro una sonrisa.

–Bien iremos –Digo. Se escuchaba mucho movimiento abajo. Veo el reloj y me doy cuenta.

– ¡La campana! –Me levanto rápidamente. – ¡Vamos tarde! ¡Corre! – Tomo su mano y lo llevo hasta adentro. – ¿Cuál es tu clase de ahora?

–Ehh... literatura.

–Bien, tenemos la misma. Corre – Caminamos rápido al Salón. Realmente me divertía al llevarlo corriendo por el pasillo. Apenas llegamos justo a tiempo antes de que cerraran la puerta.  Todos se nos quedaron mirando. Y había una mirada en particular Caleb,  intente ignorarlo, y me distraje riéndome con Gabriel. Realmente quería dejar de pensar en Caleb. 
Faltaban 5 días para el baile. Caleb no me había vuelto a preguntar nada más y no nos veíamos mucho solo ocasionalmente entre clases y en las clases que teníamos juntos incluyendo el laboratorio de biología, el cual consistía en nosotros ignorando lo que sea que no sea Biología. El gimnasio estaba cerrado y solo el comité de decoración estaba adentro. Y a pesar de que vine al colegio Realmente no me sentía bien.

– ¿Estás bien Rache? te ves pálida –Amy me miraba preocupada. 
–Estoy bien solo tuve una mala noche –He tenido sueños muy raros últimamente en la mayoría aparece Caleb, pero hay una mujer que nunca he visto que ha aparecido de repente en mi mente. Sacudo mi cabeza –Solo colguemos esto y terminaremos, así que no te preocupes. 
– ¿Estas Segura, si quieres yo puedo hacerlo con alguien más? –dice Amy
–Amy, estoy bien –Digo Firme –Puedo hacerlo yo –digo tranquilizándola
–Está bien. No me culpes si algo pasa. Esa cosa esta demasiada alta –Me rio del comentario.
–No exageres no es tan alto –En realidad si lo era considerando que pareciera como si estuviera en el segundo piso de una casa. Y me sentía realmente mal pero no podía preocupar a nadie con esto, además lo menos que quiero parecer es débil ahora.

Cuando subí aquellas escaleras, mi mirada se cruzo con la de Caleb por accidente, me miraba de una forma extraña como si esperara algo. Sujete la tela con fuerza. Algo paso, simplemente se me vino a la mente esa imagen, colmillos llenos de sangre, la imagen se volvía  borrosa, solo veía claro como corría la sangre y caía de aquellos colmillos afilados. Sin notarlo solté la tela, y la sorpresa de la imagen había causado que perdiera la estabilidad de la escalera y finalmente cayera, cerré mis con fuerza, Sentí un hueco en el estomago mientras caía, solo esperaba el golpe al suelo, pero en vez de eso sentí como mi cuerpo era sujeto en brazos de la persona que menos esperaba. Caleb me sostenía entre sus brazos, como aquella vez en la montaña. El me recostó al suelo, simplemente lo mire a los ojo con sorpresa. El aire salió de mí como si soltara una gran carga. 
– ¡Rach! ¿Estás bien? –Exclama Jamie
– ¡Oh por dios! Te dije que no debías hacerlo –Amy se acerco junto a mí. Mi mente estaba en blanco y mi respiración había desaparecido. 
–Por favor déjenla respirar –Dice Caleb
–Tú.... –intente decir algo, pero no pude terminar la oración.
– ¿Estás bien? –Pregunto Caleb  y puso una mano en mi Frente –Tienes Fiebre, Esta bien, la llevare a la enfermería –Me volvió a tomar en su brazos enrollo su chaqueta en mí, me acurruque en su pecho con ella. ¿Por qué me sentía mejor estando así?, Esas imágenes no me abandonaban, y mis palabras estaban atoradas en mi garganta.
–Esos colmillos, esa sangre –recordé la imagen y dije eso en voz alto, empecé a delirar un poco y cada vez mas. 
–Rachel... ¿Que viste? –El me sentó en una banca. Mientras él se agacho en frente. ¿Por qué sabe que vi algo?
–El tenía colmillos y la sangre se regaba a través de ellos. Tú sabes que vi algo ¿Por qué?
– ¿Quién es él? –Su voz sonaba firme. Mi mente se volvió a poner en blanco.
–No lo sé –Miraba aquella cara, el estaba preocupado por algo más que lo que paso ahora, mire a lo lejos –No te importo de todos modos ¿Por qué estas con ella? ¿Te gusta? Realmente no te entiendo –Mi boca soltaba palabras que no sabía de dónde venían.
– ¿Qué? –El estaba más confundido que yo. ¿Cómo el tema vino a dar aquí?
–Stacy te quiere y al parecer tu a ella, ¿Por qué te gusta ella? –Mi boca no cesaba de hablar. 
– ¿Rache? –Toco mi frente– tu fiebre sube.
– ¡No! Yo solo quiero que tú me mires... –Las lagrimas empezaron a correr
–Ella no me gusta, me gustas tú –responde. Oh ya veo, cuando mi mente no funciona bien, mi cuerpo reacciona hacia él, solo al mirar sus ojos. El simplemente se rindió conmigo, por que duele tanto. –Esta bien Vamos, estas delirando.
Se acerco para volver a cargarme, pero ya mi cuerpo había reclamado el control. Me acerque a él y lo bese, el correspondió el beso. Me di cuenta de que estaba evitando hacer esto desde hace mucho tiempo, algo que jamás haría si estuviera cien por ciento consciente, pero no lo estaba, no podía dar vuelta atrás. Quizás darle el beso gasto toda mi energía porque simplemente caí inconsciente en sus brazos. Reviví aquellas escenas en mi sueño y creí que eran mentira, porque parecía una mentira. Solo escuchaba voces a lo lejos, se que papa vino a recogerme y escuchaba el auto, pero no podía despertar. Cuando vi aquella mujer de cabello negro otra vez, a pesar de tener varios sueños con ella nunca había escuchado su voz pero esta vez fue tan claro que incluso diría que estaba despierta:"Encontraras el camino en tu corazón".

Al despertar estaba en mi cuarto con un pañuelo húmedo en la cabeza. Miraba alrededor primero preguntándome cuanto tiempo estuve dormida, y luego pensando que era real y que no. Me levante de la Cama, y mis piernas cedieron, sonó un ruido seco en el piso de madera.
–Oh linda no debiste levantarte –Papa estaba en la puerta pero sentí como si se moviera por mucho que intentara quedarme quieta.
– ¿Que paso? –Pregunte, odio sentirme desorientada 
–Me dijeron que casi caes al suelo desde una escalera y tenias fiebre, has estado inconsciente desde hace 5 horas y la fiebre solo ha bajado un poco.
–No recuerdo nada ¿Por qué? –Digo para mí misma pero papa responde.
–Es normal cariño, cuando descanses se refrescara tu memoria.
–Dijiste que me caí, ¿Por qué no siento ningún dolor?
–Ah, ese chico amigo tuyo, Caleb. El te llevo a la enfermería. El te salvo.
– ¿Donde está mama? –Me ayudo a levantarme y recostarme de nuevo.
–No pudo salir del trabajo, dice que lamenta no poder estar contigo, y yo también. Tengo que irme, ambos estamos ocupados así que Jake estará pendiente de ti.
–No te preocupes estaré bien. No permitiré que me mate mientras estoy así. –Digo con sarcasmo. El ríe.
–Bueno con eso basta –Beso mi frente y se fue. Mi mente se refresco un poco.
– ¿Que hice? –Digo al recordar aquellas imágenes ¿Realmente Bese a Caleb?
Falte a la escuela por cuatro días los cuales mis padres se aseguraron que estaba bien, aunque la fiebre fue difícil de quitar.  El doctor dijo que tal vez solo haya sido un virus, pero nunca me dijo nada seguro, mamá estaba molesta. Hoy es el gran día del baile. Gabriel me había llamado para confirmar si podía ir y le prometí que iría. Mis padres accedieron, aunque tuve que asegurarles que estaría bien con Gabriel. Estaba en mi computadora, hablando con Amy y vi a mi mama entrar por la puerta de mi habitación con una cara sonriente.
– ¿Que sucede? –La miro extrañada esperando alguna de sus locuras de madre liberal.
–Te tengo una Sorpresa –Aun tenía mis dudas.
– ¿Qué? –Digo extrañada, Saco una bolsa. – ¿Qué es? –pregunto con curiosidad
– ¿Qué crees? –Me acerque y abrí la bolsa.
– ¡No puede Ser! –Digo contenta al ver el hermoso vestido azul intenso frente a mí.
–Lo vi en la tienda y recordé el Baile –Mi madre sabia como ganarse puntos conmigo.
– Mama yo…–Digo con alegría –Gracias. 
–Divierte cariño... –Sonrió y salió del cuarto.
–Realmente espero que todo salga bien. Pero… ¿Qué pasara hoy?
Al llegar la hora Gabriel me esperaba abajo y yo estaba mirándome al espejo es como si intentara reconocerme entre todo el maquillaje y aquel vestido. Bajaba las escaleras y Gabriel me miraba sorprendido.
–Esta Hermosa –me hizo sentir un poco nerviosa
–Tú también te ves Esplendido –digo.
–Está bien, llego el momento de una foto -dice mama tomándola sin terminar de preguntar
– ¡Mama! –Exclame.
–Vamos cariño tienes que tener recuerdos.
–Bueno está bien. –Acepto. Y ella nos tomo una foto a los dos.
– ¿Nos vamos? –pregunto Gabriel.
–Está bien –Al salir vi un bello auto plateado en el frente.
– ¿Es tu auto? –Pregunto al ver el BMW.
–Si mi madre me lo regalo de cumpleaños –Camine hacia el despacio y me abrió la puerta, pero vino un recuerdo en mi mente. Un coche, una noche, una fiesta. Jesse…
– ¿Que sucede? –Sacudo mi cabeza, y le sonrió. 
–No es nada – No debo acordarme de eso ahora. Me monte al auto y el cerro la puerta
Al llegar al baile Gabriel tomo mi brazo. Y cuando estábamos en la entrada llegaron Caleb y Stacy nos miramos fijamente por unos segundos y luego ellos se acercaron.
–Hola Rachel –dice  Stacy que llevaba un vestido Rosado y su cabello suelto-El debe ser Gabriel, es un gusto conocerte.
–El gusto es mío –Respondió el.
–Gabriel El es Caleb –Digo, Se apretaron de las manos y hubo una mirada que realmente no me gusto para nada.
–Deberíamos entrar –Dice Caleb. El aire estaba más que tenso.
–Es cierto –Dijo Gabriel. Al entrar todo estaba bien decorado, las luces daban un aspecto cálido al gimnasio, además había puestos que habían colocado para divertirse no solo en la pista de baile – ¿Bailamos?
–Está bien –Baile con el unas dos canciones, hasta que vi llegar a Amy. – ¡Amy!
– ¡oh dios mío estas Guapísima!
– ¡Tu también! ¬–Llevaba un vestido verde oscuro  hasta las rodillas, que se  veía  hermoso con su piel pálida y resaltaba sus ojos verdes.
–Iré por unas bebidas –me avisa Gabriel
–Mira, el Es Brian –Dice Señalando a un chico de cabello castaño que estaba a su lado. –Es Jugador de Fútbol en Nuestro equipo –Lo había visto antes, era un gran corredor.
–Es un placer Brian –Digo con cortesía
–El placer el mío –dice –Iré a buscar algo de beber para nosotros ¿Deseas algo Rachel?
–No, gracias, mi acompañante ya fue por algo de beber
–Volveré pronto –Le dijo a Amy
–Es encantador ¿No crees? –digo sonriente a Amy. Esperaba que viniera con Jamie.
– ¿Y qué hay con tu pareja? –Se la respuesta que esperaba.
–Vine con Gabriel –Su cara mostro una decepción.
– ¿Y Caleb? –pregunto.
–Lo invito Stacy –digo con algo de tristeza –Sabes que hubiera querido venir con él, pero fue imposible.
–Rache... El hubiese venido contigo, si Stacy no lo hubiese acaparado toda la Semana, estoy segura que ella fue quien lo beso repentinamente.
–Ya no estoy segura de eso –Sentí como Gabriel llegaba entre la multitud.
–Aquí tienes –me entrego un refresco. Lo tomo de un sorbo. – ¿Seguimos Bailando? –dice.
–Claro...-acepte. Bailamos en la fiesta y todo estaba bien por el momento,  hasta que me canse un poco. Fui a la mesa de bebidas, tome un refresco, al voltearme no sabía que Stacy estaba allí y accidentalmente derrame el refresco en su vestido-¡Oh dios mío! ¡Lo siento!
–Rachel ¿Qué hiciste? –dice alterada.
–No lo hice a propósito –digo disculpándome.
– ¡Pues no te creo!-Exclamo.
– ¿¡Qué!? ¿Cómo crees que haría algo así? –Digo Ofendida.
–Eso era antes de que llegara Caleb –dice con descaro.
– ¿Que estás diciendo?, Recapitula bien tu historia porque yo no soy la mala aquí. –Llegaron Caleb, Gabriel, y Jamie junto a Amy, se sentía como si hubiesen estado discutiendo, también.
– ¿Que está sucediendo?-dijo Jamie
–Derramo su bebida a mi vestido, y no creo que haya sido un accidente –dice.
– ¡Pues lo fue! –Realmente la miro con cara de sorpresa, ¿De verdad esta es mi amiga de la infancia?
–Chicas ya basta-Dice Amy en tono severo.
– ¿Crees que Caleb te hará caso? ¿Crees que alguna vez Jesse te hizo caso?-le di una bofetada y las lagrimas comenzaron a salir, Gabriel me Sostuvo.
– ¡Basta chicas! –dice  Jamie
–Si... Creo que ya tuve suficiente, no necesito más de esto –Me solté y me fui. Sentí la mirada de todos en mí. 
–Rache espera…–Amy estaba tras de mí, y coloco su mano en mi hombro, no podía voltear. Respire profundo y limpie mis lágrimas.
 – ¡No! No necesito la lastima de nadie, no soy una niña. No me hagas que haga las paces con ella otra vez, porque no la necesito, no necesito nada falso en mi vida. Yo… Ya estoy cansado de lo falso en mi vida. –Los mire a todos y cada uno de ellos evito mi mirada, excepto uno, Caleb. 

Voltee y Salí  por el pasillo hacia el interior de la escuela. Al encontrarme sola, me saque los zapatos y empecé a correr, realmente quería alejarme de todo, pero no tenía mi bosque, ahora solo había un lugar donde podía estar sola. Mis lágrimas  no aguantaron hasta llegar.
– ¡Mira Abuela, esa paloma blanca se cayó! –Fui  corriendo a recogerla
–Creo... que está aprendiendo a volar –dice ella
–Volar... –En ese entonces me encantaba la idea de volar
–Vamos a ayudarla, tómala y luego la alzas –dice  dándomela, Entonces la sostuve.
– ¡Esta volando abuela! ¡Esta Volando!-grite.
–Si lo está haciendo
–Quisiera volar como esa paloma –Digo mirando cómo se aleja.
–Algún día volaras –Me le quedo mirando extrañada.
–Mama dice que nosotros no podemos volar.
–Pero no como te imaginas, solo necesitas hacer volar tu corazón y tu cuerpo lo seguirá. Y será mucho mejor que volar como una paloma. 
–Pero no sé cómo hacer eso, No creo poder hacerlo.
–Si lo harás...pero sabes que debes recordar lo que siempre te digo nada es lo que parece.
– ¿Algún día volare...? será divertido.
Ese recuerdo me entristecía por varias razones, mi abuela había muerto, y la otra razón es que estaba entendiendo lo que ella quería decir, decía que dejara a mi corazón libre para poder ser feliz, que debía dejarme guiar por él, pero quizás ella no pensó que me enamoraría en estas condiciones. Siempre había pensado que la azotea de noche era un lugar hermoso con su sencillez.
– ¿En que estas pensando? –oí una voz detrás de mi.
– ¿Caleb? ¿Qué haces aquí?-digo sorprendida
–Aun no lo sé, por eso vine averiguarlo. 
–Oye, lo de Stacy en verdad no fue intencional, simplemente no la vi.
–Lo sé-dijo
–Hay... algo que he querido preguntarte desde hace unos días
– ¿Qué es? –Pregunto. 
–Cuando  me llevaste con la enfermera aquel día, ¿Que fue lo que paso?
– ¿No recuerdas nada?
–No... –Baje la mirada
– ¿Estás segura de eso?
–Eso creo, simplemente mi mente estaba tan confundida luego, que yo no… Sabía que era exactamente real y que era solo un sueño.
–Solo te diré una cosa, Jamás deberías estar celosa de Stacy. Cuando miraba hacia ustedes, cuando hablaba, yo veía ni pensaba en otra persona que no fueras tú. Yo te quiero  vine con ella porque me lo pidió, como tu viniste con Gabriel, como una amigo –Su voz penetraba en mi piel, y hacia que mi corazón se acelerara.
–Yo... –No me dejo terminar
–Ella no me importa, porque ella no me gusta, me gustas tú... –Me beso, sellando mis labios y dándome más que sus palabras, por primera vez sentí que todo era real, y que finalmente alguien me amaba tanto como yo a él. Sentí  que el aire no era suficiente.
–Fue real... –Digo sorprendida. El sueño fue real.
–Fue muy real... –Solo él podía entender esas absurdas palabras.
–Creo que debo callarme más cuando estoy delirando –Reí.
–No lo creo –También se rió y me beso otra vez, escuche los fuegos artificiales y volteamos fue increíblemente hermoso.
Bajamos al Gimnasio casi terminaba la noche y solo quedaban unas pocas canciones, Stacy al verme entrar con Caleb me miro y luego se fue molesta. Gabriel estaba bailando con una chica que seguramente había conocido aunque no se había percatado de que volví. Estaba puesta una pieza lenta y nos pusimos a bailar,  se sentía como si nuestros pies no tocaran suelo, sentí como si estuviese volando, y entonces vi que mi nana tenía razón. Hay que dejar el corazón libre para poder volar.
–Creo que esta ha sido la mejor noche de mi vida –digo sonriendo.
–Créeme que la mía también –menciono, me beso y baile en su hombro.
A pesar de que lo sentía, aun dudaba de que tan real fuera todo esto.

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Bueno otro capitulo espero que les guste, por mi parte me encanto, me imagine este capitulo tan vivido que espero que ustedes también lo sientan. Y comenten por favor su opinión es muy importante.

Hasta luego..

Comenten.. ;)
••Maibeth Karina••

Los Adoro☺  (♂♥♀)

"El Amor es lo mas cercano que hay de la magia"

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