mi amor vampirico

mi amor vampirico
Sueños prohibidos, Amores encontrados, Vida Eterna, Guerra entre dos mundo tan distintos pero tan unidos en un Sola persona.

martes, 9 de agosto de 2011

Sueño 8: Confianza


A pesar de que mi vida estaba mejorando y de que ya no me sentía mal, las pesadillas no se detienen incluso cada vez son más largas y confusas. Esto caminando por el bosque, estaba todo oscuro, y hay una silueta frente a mí. Caleb, ¿Que hace aquí? –pienso. Se voltio y me escondí,

no tengo ni idea de porque lo hice, algo me hizo detenerme, cuando me iba. Sonó el Despertador. 

– ¡Cariño, baja a desayunar!
– ¡Un segundo! –Digo mientras termino de maquillarme.
– Vamos, ¿que no podemos dormir un poco más? – Jake sale de su habitación, está listo, pero estaba soñoliento. 
–Claro, si quieres te quedas toda la mañana y no vas a la escuela –dije sarcásticamente al bajar.
–Pues no estaría mal. –Dice mientras me sobrepasa y toma su plato.
–Deja de quejarte y  ponte desayunar antes de que vuelvas a llegar tarde a la escuela –lo regaño mama.
–Entiende el problema no soy yo, la escuela empieza muy temprano. –dijo Jake
–Pobre bebe, no puede dormir…-dije mientras reía
–Vamos chicos, ya basta y Jake tendrás que acostumbrarte, por que empezara a esa hora sin evitar lo que digas.
–Mama, lleva desde el Jardín de niños la escuela, ya debería estar acostumbrado –digo mientras  tomo una tostada y me dirijo a la puerta. Quería irme rápido, porque quería ver a Caleb, antes de entrar a clases.
–Un momento señorita. No has terminado de desayunar bien  –Supuse que había olvidado el accidente del desmayo, pero ya veo que no.
–Mama por favor... –digo refunfuñando. 
–Terminaras tu desayuno y luego puedes irte, ya te desmayaste una vez, no quiero que se vuelva a repetir. –Sabía que si le decía que no, no pasaría nada bueno. Mama me ofreció un plato, al tocarlo sentí como mi mente se alejo de aquella cocina y ahora frente a mis ojos estaba frente a una fosa en el cementerio, habían varias personas rodeándolas, todos vestidos de negro, sus caras se veían borrosas, solo distinguí entre todos ellos el féretro que estaban preparando para colocar en la fosa, en  el momento que voltee a ver el nombre de la placa, el sonido de un plato cayendo me volvió a la realidad ahora tenía la mirada sorprendida de mamá. – ¿Rachel? –Me agache a recoger los pedazos del plato que pude, y por la rapidez que lo hice los dedos ahora me estaban sangrando. Mire todo esto y mi madre aun no sabía qué hacer, y yo tampoco.

–Tengo que irme –Digo y me levanto dirigiéndome hacia la puerta. 
–No puedes irte así, espera ¡Jake! –Camine más rápido hacia la puerta logrando abrirla cuando Jake se dirigió corriendo hacia nosotras y vio mi intención de huir. No estaba segura si me iba a detener o si me ignoraría por completo, pero no iba a correr el riesgo. Salí rápidamente y en vez de caminar más lento, mi paso se aceleraba. Jake me tomo del brazo. 

–Déjame ir –No estoy segura si me escucho – ¡Déjame ir! –voltee para darle la cara. El me soltó, y me sorprendí de que me escuchara, ¿Qué fue lo que vio en mi rostro para que me hiciera caso? Estaba tan sorprendida que olvide la parte de la huida y me quede viéndolo, esperando algo, no sabría decir que era exactamente.

– ¡Rachel! –Mi madre me hizo reaccionar y me voltee y me aleje, no estaba corriendo, simplemente me alejaba, ¿Pero de que exactamente estaba huyendo?

Al llegar al colegio me dirigí directamente a los sanitarios, a lavarme la sangre de las manos. Logre convencerme de que solo imagino cosas, ya que era la única manera que sabia lidiar con esto. Estoy loca, no hay remedio.

Si alguien sabia como alegrarme el día ese era Caleb. En mi casillero se veía una pequeña caja dorada junto a una nota.

Espero que hayas dormido bien anoche, yo estuve pensando en ti, ¿Puedo pasar a buscarte el  sábado, a las 5:00?, disfruta de los chocolates.

                          Caleb

Se dibujo una sonrisa en mi rostro. Y tome la caja dorada dentro del casillero.

– ¿Te gustó? –Dice una voz detrás de mí. Era la voz de Caleb.
–Puede ser... –Dije sonriendo
– ¿Ahora te haces la difícil? –dijo y yo reí.
–Quizás necesites trabajar un poco más en eso–Digo y me volteo. El me toma por la cintura y me hace voltearme. Su agilidad me sorprende y siento el calor en mis mejillas. El me suelta. 
–Entonces ¿Qué me dices? –dice Señalando la nota que aun sostenía en mi mano.
–Esta… bien, ¿Que tienes planeado? –pregunte con curiosidad. 
–Es una sorpresa –Por su mirada note que seguramente no me lo diría aunque le insista.
–Entonces... ¿ahora eres misterioso? –Bromeo.
–Bueno, tendrás que trabajar más –Rio tontamente. Los chicos llegaron, estaba segura de que preguntarían algo.
–Hola... –Dicen Jamie y Amy casi al mismo tiempo, ambos se ignoran. Realmente paso algo en el baile.
–Hola, chicos –Responde Caleb, de algún modo el ambiente se puso tenso y todos estaban callados. 
–Chicos, ¿Donde estaban hace un rato? –digo para evitar el silencio. –Los busque apenas llegue pero no los encontré.
–Si...  Llegamos algo tarde –dice Jamie.
–Bueno te veo luego, hasta pronto chicos –dice Caleb y se fue.
–Lo siento, aun no me acostumbro a él. –dice Amy
–No es tu culpa, tranquila –Trate de parecer indiferente para no preocuparles  – ¿Qué pasa? –digo cuando note me miraban de una manera curiosa.
–Nada... –dice Jamie, los mire con el ceño fruncido.
–La palabra nada no está en tu vocabulario. ¿Qué pasa? 
– ¿Así que... tu y Caleb se iban a besar? –dice Amy
–Bueno...si ¿Y?  – digo.
– ¿Son novios o no?– dice Jamie viendo que Amy tardaba tanto
– ¡Jamie! –Exclamo Amy. Jamie puso los ojos en blancos.  
– ¿Qué? te tardaste mucho – dijo Jamie 
–Es que no le puedes hacer esa pregunta así –No pude evitar reír – ¿Entonces? – Me pregunto directamente Amy. 
–No lo sé, no he… aclarado este punto–digo. 
– ¿Qué? ¿No te lo ha pedido? –Pregunto Amy
–No... Pues al menos no directamente, en realidad no lo sé –digo confundida
– ¿Quizás piensa que no estás lista? –dice Jamie
– ¿Lista? ¿Lista para qué?
–Para Tener una relación seria con él, después de todo es mayor. –dice Jamie. Volteo los ojos. 
–Pero no tiene 30 años todavía sigue en nuestra generación después de todo estudia en nuestro curso –digo
–Pero no quiere decir que tenga nuestra edad según el registro tiene 17 y  nosotros solo tenemos 15, hasta el próximo año que cumpliremos 16 –dice Amy
– ¿Lo investigaste? –dije sorprendida
–Quizás... Recuerdas a mi amiga la secretaria, ella me ayudo un poco, es… misterioso y solo me preocupo por ti –dice Amy
–Y no solo esta eso también está en que no sabemos quiénes son sus padres, solo sabemos que vive solo –dice Jamie
– ¿Y lo interrogaron? porque solo eso falto para ser una investigación policial– Digo
–Solo queremos lo mejor para ti –dice Amy haciéndome ojos inocentes –Los mas lindos son sospechosos –Me dice fingiendo una cara dramática, solté una carcajada. 

Había algo de razón en las palabras de mis amigos, aun no entendía algunas cosas de Caleb y la verdad no lo conocía bien, pero aun no habíamos tenido una charla donde pudiéramos conversar todos esos puntos que debíamos saber uno del otro. Siempre hemos hablado de mí, y nunca me percate de que nunca le pregunte nada de él. Pero a pesar de que sabía esto, mi mente seguía estando en el incidente de esta  mañana, en lo que  pasaría cuando llegara a casa, en lo que dirían mis padres, porque en este momento mi padre ya debe estar enterado. 

Abrí y entre lo más sigilosamente posible lo cual fue inútil porque no había nadie en casa. Jake es demasiado cobarde como para verme después de lo que paso esta mañana, pero mi madre no, siempre había sido directa conmigo, de hecho demasiado, era mi mayor confidente, pero me aparte de ella desde el momento en que  Jesse murió. Al llegar a la cocina escuche el ruido de la puerta era innegable que había vuelto, por un momento pensé en huir, pero me quede en la cocina esperando, al verme ella me sonrió forzadamente. 

–Mama sobre esta mañana… 

–No hablemos sobre eso, solo fue un accidente, creo que me preocupe por nada, porque si algo pasara tu me lo dirías, ¿Cierto? – Mi cuerpo no se movía y mi mirada se perdió en un lugar lejano, ella me había matado mediante aquellas palabras. ¿Cómo podría responder aquella pregunta? Mi mente simplemente respondió rápido y mostré una sonrisa. 

–Claro mama, siempre confió en ti, tengo que hacer algo de tarea – Me dirigí a  las escalera pero sentí el sollozo a lo lejos mi madre estaba llorando, y era mi culpa mis palabras eran tan creíbles como un espejismo en el desierto.  Termine de subir las escaleras, en esa casa que ahora se veía más pequeña, ambas lloramos a solas, sin dejar que nadie nos viera.  – ¿Como deje que esto terminara así?

Mama siguió ignorando lo que paso ese día, pero sé que pasaba más tiempo que antes en el restaurante para evitar todo esto. Yo solo la observaba de lejos y sonreía falsamente cuando me miraba, aunque sabía que no la engañaba; papá siempre estaba en su trabajo como de costumbre y al parecer mamá decidió excluirlo de todo esto, ya que estoy segura de que me hubiera sentado en la sala y dado un sermón de debía confiar en ellos y no guardarme cosas para mí. Pero otra vez seguía estando sola en casa, y los únicos momento felices eran cuando Caleb estaba frente a mí, de alguna manera me sacaba una sonrisa.  A pesar de todos estos sentimientos hacia él me costaba sacar el tema de mi familia, y el no me presionaba para que le contase todas mis preocupaciones, pero sé que lo esperaba. 

Cuando llego el viernes sentí la casa tan pequeña que me costaba respirar y necesitaba salir a tomar un poco de aire, por todo lo que paso había dejado mis caminatas habituales por el bosque, mis pequeñas aventuras que últimamente estaban acabando conmigo destrozada física o moralmente. El viento no estaba tan fuerte como la última vez pero esta vez estaba frió así que tome una chaqueta y mis botas para calentarme un poco,  pensé si en seguir el sendero traicionero de siempre o arriesgarme a buscar otro, pero solo entre al bosque sin seguir un sendero, aunque todo estaba lleno de hojas secas que daban la sensación de una gran alfombra en el piso, con la cual podía oír el crujir que hacían mis pisadas. Escuche el crujir de los pasos de otra persona, y fui a curiosear quien era, sabia con quien siempre podría encontrarme aquí, y tenía razón, al parecer mi fiel compañero de caminatas había decidido dar un paseo hoy también. 

–Ya veo que no soy la única que le encanta venir seguido. –El se volteo como si no me hubiese notado antes, solté una risita y me acerque. 
–Yo vengo aquí diario, me encanta explorar. –Dice y se acerca a mi –No creí que volvieras ahora tienes a alguien que…
–Que tenga pareja no quiere decir que no pueda disfrutar de esto, además… – digo soltando un suspiro – Necesita venir aquí. 
–Oh, parece grave, ¿quieres hablar de eso? –Dice tomándome de la mano y dirigiendo por el bosque.
– ¿A dónde me llevas? – había un gran tronco en que podíamos sentarnos los dos, al mirar me senté justo en la esquina en donde podía recostar mi espalda en otro árbol y lo mire esperando que se sentara.
– ¿crees que hay algo raro conmigo? – digo
–Bueno creo que te sorprendería de lo que he visto, pero tú no eres rara por lo menos no lo suficiente para sorprenderme – Reí un poco. No podía decirle que veía imágenes de la nada sería algo extraño. 
–Bueno eso aclara todo –Digo e intento reír.
–Volviste a poner esa cara –Dice el mirándome seriamente, no sabía a qué se refería, note en su cara algo que solo había visto pocas veces, era una cara de verdadera preocupación. 
– ¿De qué cara estás hablando? – Digo intentando sonar normal pero se me quebró la voz. 
–Finges que todo está bien, pero esa sonrisa falsa no mejorara nada.  Te ahogaras en tus pensamientos. 
–Me tengo que ir –Digo sin mirarle y me alejo de él, cuando casi me levanto, me tomo del brazo lo cual me sorprendió pero seguía con la mirada baja sin mirarle, evitando que viera mi cara.
–Confiar en las personas no te hará daño Rachel, solo confía en las personas  que tu corazón crea que son las correctas, el es un verdadero juez. 
–Gracias –Digo en voz muy baja y apenas audible, quizás logro leerme los labios. Solo me levante y me fui. 


 El sábado solo me centre en una cosa, aclarar mi situación con Caleb, quería saber más sobre él, quería saberlo todo, y sobre todo quería escucharlo de su boca. El día estaba un poco nublado y el viento todavía seguía, pero intensidad baja como el otro día pero seguía haciendo mucho frio, lo cual limitaba mi vestuario en algo muy abrigado. Jake salió a ver una película con sus amigos, y volvería tarde. Mis padres seguirían en sus asuntos de trabajo cada quien en su oficina porque ambos salieron más temprano que en un día de semana a resolver sus respectivas emergencias laborales las cuales no les gustaban compartir con Jake y conmigo. 

Estaba en una casa en el bosque la casa directo al lago, yo veía por una ventana de Cristal, donde veía el muelle, dentro de la habitación una mujer se acercaba a una cuna donde estaba una bebe de un años más o menos, la mujer me ignoraba completamente pero la niña me miraba fijamente con sus ojos grises como si me conociera y reía al verme. Cuando la mujer volteo para ver que miraba la bebe, pareciera note que no podía verme y seguramente pensó que hija miraba el paisaje en la ventana, yo en cambio pude ver a esa mujer y detallarla porque creo que no había visto a nadie tan hermosa, su pelo bronce brillaba con el sol que entraba desde la ventana, y tenía los ojos grises igual que la bebe, en partes me recordaba a mí en esas características y por un momento pensé que era yo.

– ¡Kate! –Una voz conocida, cuando escuche grito me desperté de golpe. 

Escuche el timbre. 

–Lo siento, me quede dormida – digo al abrir la puerta. 
–Tranquila bella durmiente, acabo de llegar –Me rio y tomo mi bolso. 
–Bien estoy lista, y… ¿Adónde vamos? –Pregunto.
– ¿Quieres arruinar la sorpresa? –dice 
–Bueno dame una pista –digo
–No lo haré –me dice seriamente pero yo no puedo evitar reír – Jamás sabrás por mi boca adónde vamos hasta que lleguemos allá.
–Podrías estar secuestrándome  –Bromeo. 
–Claro, vamos señorita entre al auto o tendré que llevármela a la fuerza. –Nos subimos a su camioneta, por una vez me alegre de que no fuera un carro parecido al de Jesse, cuando me abrió la puerta.

Cada vez nos íbamos alejando mas de las casas ahora solo veía arboles, y entramos en un camino de tierra que subía por la montaña, la camioneta daba saltos mientras avanzaba, Caleb y yo nos sonreímos, el se detuvo justo en frente de un sendero, nos bajamos de la camioneta.

– ¿Dónde estamos? –Mire alrededor, el empezó a caminar por el sendero y lo seguí. 
–No lo sé, lo encontré hace poco, pensé que te gustaría, dado que te gusta apreciar el paisaje. –Se que se refería a aquella vez en el viaje de curso que me encontró tomando fotografías. 
–El viaje... –Sonreí, creo que fue en ese momento cuando más nos acercamos –Si, tenias razón, realmente me gusta este tipo de lugares, hasta podría pesar que eres un caballero por prestarme atención. –Reímos. 
–Quizás algún día dejes de pensarlo y te des cuenta que tú me haces un caballero. –Dijo e hizo una pausa. – ¿Qué me quieres preguntar? –Fue como si me hubieran despertado, había olvidado todo, y además...
– ¿Como sabias que te iba a preguntar algo? –Se detuvo un momento.
–A veces… eres una caja de sorpresa y otras realmente eres predecible, y tu mirada lo revela todo –dice y carraspeo la garganta.
– ¿Enserio? –lo miro algo extrañada, siempre me han dicho que nunca saben que pasa por mi mente.
–Si... y a veces no entiendo del todo, es como si fueras dos personas diferentes, a veces eres tan segura, y otras veces incluso te vez mas indefensa que los demás, es como si estuvieras  buscando algo. –Evite su mirada y seguí caminando y me adelante un poco.
–Has estado observándome ¿no es así? – Suspiro. 
–Solo observo las cosas que realmente me gustan – me sonríe.
–Es la primera vez… Nadie jamás me ha dicho algo como esto, todos piensa que soy demasiado compleja, para entenderme. 
–Y Lo eres –Me interrumpió.
–Pero tú lo entiendes ¿Cómo? – El está ahora frente a mí. 
–Porque me gustas lo entiendo, no es que seas demasiado compleja para entenderte, es que eres tan compleja que nadie se a la tarea de intentarlo. Les da miedo. 
–Cuando te vi la primera vez, tus ojos demostraban dolor, y no lo entiendo incluso cuando te veo ahora, sigo viéndolo ¿Por qué? – el cierra los ojos y coloca su mano en mi mejilla. 
–Creo siempre te estuve esperando, que aun estoy esperando que me dejes entrar – Al abrir los ojos sus ojos azules me miran con una intensidad que no había conocido nunca, siento como si no me mirara a mí, como si mirara dentro de mí. 
–Yo te deje entrar, estoy contigo, yo…
–Estas demasiada asustada de ti para dejarme entrar –Aparto la mirada.
–Creo que debemos… seguir caminando si queremos llegar a donde sea que vayamos. –Empecé a caminar, pero él me tomo con la muñeca, y me acerco hacia el mi cara estaba en su pecho y me presionaba contra él, el tiempo se detuvo para mi, mi respiración se detuvo y mi corazón estaba acelerado, me aferraba a él como nunca lo había hecho con nadie, y realmente me sentí  segura, en menos de un segundo sentí que no había nada de qué preocuparme, no tenía problemas, no estaba loca, éramos solo él y yo. 
–No me importa quién seas, no me importa si estas asustada, porque yo estaré contigo –El beso mi frente. –Lamento decir esto pero tenemos que seguir. 
–Gracias –Susurre de una manera apenas audible, y estaba segura de que no me oiría pero al voltear note una sonrisa en el. 

A pesar de que dijo eso le tomo un rato soltarme  y continuar, pero me tomo la mano, y entrelazamos los dedos, mientras seguimos caminando me tomo tiempo que mi respiración volviera, pero mi corazón estaba a punto de saltar de mi cuerpo, caminamos por unos quince minutos mas y me quede sorprendida cuando finalmente llegamos contuve la respiración, podía ver todo el pueblo e incluso más lejos, no me había dado cuenta de que tan alto habíamos estado. 

–Realmente me arrepiento de no haber traído mi cámara – Digo
–No necesitas una cámara para tomar una fotografía– El se acerca al bordo y se sienta.
– ¿Por qué estás aquí? Al pueblo me refiero –Pregunte finalmente
–Tenía que buscar algo aquí –El no me mira. 
– ¿Qué es? –me siento a su lado.
–No podría decirte, aunque quisiera. Pero sé que te darás cuenta un día –dice y me rodea con su brazo.
– ¿Lo encontraste? –lo miro esperando una respuesta. 
–Si – me mira y me sonríe. 
– Sabes con que intenciones vine ¿Cierto?,  quiero saber todo de ti, sobre tus padres, sobre ti, porque entraste dos cursos menos de los que deberías, tus miedos, tus tristezas, tus alegrías, tus anhelos, todo. – Suspiro – Hace unos días me di cuenta de que en realidad no te conozco y además me di cuenta de que quiero conocerte, eres como un mundo por descubrir, y quiero hacerlo.
–Te ayudare con eso –Besa mi frente. –Pregunta lo que quieras.
– ¿Por qué estas un curso menos al que deberías?
–Me había tomado un año sabático de la escuela, tengo que recuperarlo
– ¿Por qué dejaste la escuela? 
–Estuve explorando, no eres la única que una vez tuvo miedo. 
– ¿Y qué hay de tus padres? –Hago esta pregunta sin mirarlo.
–Están muertos desde que tenía doce años,  Vivo con mis padres Adoptivos, en realidad son mis tíos.
–Lo siento... Por lo de tus padres –Me sentí culpable por recordarle eso.
–Fue hace mucho tiempo, no te preocupes
– ¿Hermanos?
–Hermana, y es una pequeña pesadilla en realidad ella siempre ha estado en nuestro curso. 
– ¿Qué? ¿Enserio? – Me sorprendo jamás he visto.
–Ella conservo el apellido de nuestros padres, yo preferí cambiarlo, es Rose Baker. – Recuerdo quien es una chica rubia que siempre se sienta cerca de la ventana en clases, nadie habla con ella, intente acercarme a ella antes pero simplemente nunca aceptaba una invitación mía.
– ¿Ella? No puedo creer que no me diera cuenta. En verdad se parecen, pero… Nunca los he visto juntos.
–Nos es que yo te vea mucho con Jake pero son hermanos, ella llego el año pasado, nadie podría adivinar que somos hermanos. 
–Tienes razón, tenía un montón de cosas que preguntarte pero las olvide. 
–Bueno eso indica que se acabaron las preguntas. 
– ¿Te… Quedaras? –Aunque yo lo dije me sorprendió al pregunta. –Lo siento creo que a veces no controlo lo que digo – El me mira con el ceño fruncido. 
–Si –Luego mire a lo lejos  y pensé en la pregunta que más quería hablar y me pregunte si debería decirla o quedarme callada–sabes creo que tenemos un problema.
– ¿Cuál?
–creo que me estoy enamorando de ti.
– ¿Por qué eso debería ser un problema?
–Puede que no quiera dejarte ir–solté una risita.
–Pueda que yo no quiera irme – lo miro fijamente.
–Luego no habrá vuelta atrás 
–me parece bien, con un novio como tú no quisiera librarme jamás. 
– ¿Me acabas de llamar novio? –Sorprendida, siento como toda la sangre sube a mi rostro. 
–Yo…–Me quedo muda.
–Me gusta que me llames así –Me atrae a su lado y me abraza. – vamos antes de que se haga de noche.
–bien–Aun no puedo hacer que mi pecho se calme. Me levanto.
–Rachel –miro hacia arriba y me besa.
–Creo que harás que mi corazón salte de mi pecho– el se ríe.
–El mío creo que ya lo hizo. Me lo has robado
–Mientras lo tenga lo cuidare lo prometo.
–Bien, confió en ti.
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Los quiero y gracias a los que esperaron ♥♪

*Nueva edición.*

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